Como darle placer sexual al hombre

Quizá no exista emoción comparable para el hombre que la de ver como la mujer ama y adora su lingam con entusiasmo. Una actitud inocente, radiante, reverencial y a la vez lúdica puede suplir la falta de técnica. La auténtica verdad es que el hombre no desea únicamente que le chupe el lingam, ¡quiere que se lo adoren! Esta fusión física de amor, devoción y éxtasis es probablemente el mejor afrodisíaco que le puede proporcionar el mejor placer sexual al hombre.

Un estudio reciente mostró que la principal queja que tenían los hombres eran que las mujeres no realizaban felaciones con la frecuencia deseada. Otras investigaciones han puesto de relieve que los hombres declaran que lo que más echan en falta en su vida sexual con la esposa es la felación, debido que esta le ocasiona un gran placer sexual. Se trata del servicio más popular que ofrecen las prostitutas.

La posición del “69”, a pesar de la mística que conlleva, no es la óptima para la estimulación del hombre. El lingam se encuentra en un ángulo incorrecto respecto a la boca de la mujer y las zonas más sensibles están invertidas. Ninguno de los consortes tiene suficiente libertad para concentrarse en dar o recibir.

Ya sea en posición en posición sentada o tumbada, es óptimo que la mujer se encuentre frente el hombre. De esta forma, tiene delante las zonas más sensibles del lingam: la punta, el frenillo, el glande, la corona, el anillo al rededor del glande y los pliegues de debajo.

Una buena posición sería colocarse frente al hombre en la clásica postura “flauta de jade”, los dedos suspendidos alrededor de la verga dispuesto para tocar como si fuera un instrumento musical. Sin embargo, ya que solemos tocar la flauta en posición horizontal, quizá deberíamos cambiarle el nombre por el de “flauta de pico de jade”.

Generalmente se observa que las mujeres son excesivamente delicadas en su aproximación. Como quiera que ellas prefieren unas caricias mucho más suave en sus propios genitales, quizás estimulen al hombre de la forma que quisieran para ellas.

La práctica de la limpieza del lingam antes de practicar el sexo oral puede desarrollarse como algo muy sensual. Para ello, funciona muy bien el jabón líquido ligeramente perfumado, como el del doctor Bronner. El hombre puede ducharse antes para estimular la zona genital y anal. Aconsejamos tomar duchas o baños juntos frotándose mutuamente el cuerpo, lo cual puede invitar al juego erótico aunque no siempre tiene que ser así.

Hay que hacerlo todo muy despacio. En principio, todo lo que se hace con un cierto ritmo es más agradable. Antes de empezar, hay que humedecerse los labios.

Según el espesor de los labios de la mujer, quizá tenga que apretarlos alrededor de los dientes para no dar un mordisco en un lugar delicado sin querer. A pesar de que en general el hombre prefiere conseguir el placer sexual en el lingam con una cierta firmeza, se  podría causar un grave daño con un mordisco en la corona en erección.

Proceso Básico:

Colocarse frente al hombre. Empezar con un masaje en la interna de los muslos. Acariciar la parte interne de los muslos en su pliegue y luego hacia abajo. Puede invertirse también la dirección de las manos. Besar y lamer la parte superior de los muslos.

Estirar el escroto y colocarse los testículos en la boca. Succionar con la boca con un movimiento parecido al que se le hizo con las manos. Cuando se suelten, hacerlo con suavidad, evitar tirones en el vello púbico. Besar toda la zona genital.

Empezar acariciando el lingam desde la punta hacia la base. Los hombres suelen preferir las caricias en sentido descendente. Mirarle a la cara para ver cómo disfruta con estas caricias.

Algunos prefieren cierta lubricación. Un poco de saliva en el dedo índice será suficiente. Si se combina la estimulación oral y manual, puede utilizar aceite de jojoba o vegetal, algo que no nos importe saborear. Para una sesión más prolongada, se recomienda Albolene, sin aroma, una crema limpiadora con base de aceite que puede encontrarse en farmacias y perfumerías.

Describir un movimiento circular alrededor de la corona con el dedo lubricado y seguir el movimiento con la lengua. Proceder luego con ésta, suavemente, en la verga, lamiendo la punta. Espirar con suavidad en la zona para excitarle más y seguir con la lengua en sentido descendente y ascendente. Con gran suavidad, mover la lengua por el interior y alrededor de la corona como si se estuviera lamiendo rápidamente la punta de un helado. Esto suele emocionarle,  excitarle y darle placer sexual.

Seguir con una serie de lamidas rápidas empezando en la corona y hacia arriba, También de la misma forma que se haría con un helado. Provocar y echar el aliento en la zona.

Dejar un momento la estimulación de la corona y tocar la flauta y las teclas del piano en la verga. Colocar una mano o ambas en la base de la corona -asegurar que estén debajo de ésta- y estrujar ligeramente con una mano. Alternar con una presión que se va deslizando y acaba empujando ligeramente los testículos hacia abajo.

Fuentes: http://sexosintabu.net/

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